
Pues bien, el cuerpo humano como cualquier cuerpo animal necesita sus nutrientes para subsistir. Si cuando nos acostamos hemos comido poco, o nada, lo que nos sucede es que nuestro cuerpo se altera y se pone nervioso al percibir el hambre. Sencillamente, se pone en alerta (un efecto de la supervivencia ancestral) para comer o buscar comida.
Nuestro cuerpo fue formado hace cientos de siglos en tiempos en que la comida era la recompensa a una actividad física mas o menos fuerte: como puede ser recolectar o cazar. Actividades que requieren cierta tensión corporal que se verá disminuida cuando se ingiera el alimento y se alivie el hambre.
Por tanto, si nos acostamos con hambre, nuestro cuerpo aumentará la tensión y nos costará más dormir.
El caso contrario, irse a la cama con la barriga hinchada va a perjudicarte a la hora de conciliar el sueño.
Y viendo todo esto, ¿QUÉ ALIMENTOS SON BUENOS PARA DORMIR?